Este 28 de julio es su cumpleaños y se me ocurre un brindis gigante, entre todos los que lo amamos en su gran Patria, América Latina, por quien supo multiplicar amor y patriotismo, sin abandonar su risa y alegría.
Chávez es de todos, de esta Cuba que lo amó y recibió como su mejor amigo y que también lo admira a través de su vida y una obra que dedicó no solo a los venezolanos, sino para todos los latinoamericanos donde sembró la semilla que sigue dando frutos de unidad e integración.
Me lo imagino feliz un día como hoy, tal vez sin una copa o siquiera una torta, pero celebrando entre los miles de mensajes procedentes de todo el mundo e inmerso en sus misiones, rodeado de su pueblo, desbordando su alegría y humor característicos y dando lo que mejor supo hacer, su vida por la justeza y equidad.
Por eso hoy no hay sitio para la tristeza, a los héroes se les recuerda sin llanto y si te quedas quieto puedes sentirlo circundando en una desbordante marea, en una brisa suave, en la lluvia que hace que su presencia caiga sobre nuestros corazones para que, Hugo Chávez Frías, nos siga iluminando con los destellos de su grandeza.